viernes, 20 de abril de 2012

RUFINO BLANCO FOMBONA

Escribió dos de sus libros (Hombre de Hierro y Canto de Prisión) en la Cárcel Vieja de Ciudad Bolívar

En la cárcel colonial de Ciudad Bolivar que aún subsiste a pesar del tiempo y los impactos demoledores que sobre su robusta estructura hicieron los cañones de Juan Vicente Gómez cuando en 1903 atacó a la Ciudad para librarla del poder de la Revolución Libertadora, en esta cárcel, estuvo preso uno de los escritores más resonantes de principios del siglo veinte: Rufino  Blanco Fombona.

Rufino Blanco Fombona, nacido en Caracas el 17 de junio de 1874 y muerto en Buenos Aires el 16 de octubre de 1944, comenzó a escribir a la edad de 19 años, destacó entre los colaboradores del Cojo ilustrado, fue político agresivo, recorrió numerosos países de Europa y América, entró en el juego de la diplomacia, estuvo encarcelado y exiliado varias veces y sostuvo numerosos duelos, uno de ellos con el edecán del Presidente de la República, doctor Andueza Palacios.
Su tercera prisión como político la cumplió en la vieja cárcel de Ciudad Bolivar donde escribió la novela El Hombre de Hierro, un libro tildado de inmoral por la sociedad caraqueña de entonces. Aquí escribió también Canto de la Prisión, complementada después con Carta del Destierro. Blanco Fombona, en total, escribió y publicó 391 volúmenes en el lapso de 18 años.
En la Cárcel de Ciudad Bolivar estuvo preso por orden del Presidente de la República, Cipriano Castro, tras haber sido acusado de alzado por el general Víctor M. Aldana, cacique del Alto Orinoco y Río Negro.
Según las crónicas de entonces, no hubo tal alzamiento sino que en Isla Ratón tenía su hacienda el general Aldana, a quien los moradores temían por su déspota comportamiento y a quien todo Gobernador de Río Negro, entonces  Capital del Territorio Federal Amazonas (1905), debía dispensar consideraciones.
Blanco Fombona, a la sazón Gobernador y conocedor de los desmanes del famoso cacique, despreció una de sus invitaciones disgustando de tal modo a Aldana que este con cincuenta hombres armados navegó en curiara el Orinoco hasta Río Negro y le pidió renunciara a la Gobernación. Pero el escritor, hombre de temple y decisión, le hizo frente al General, quien mal herido emprendió la fuga a Ciudad Bolivar, desde donde con el respaldo del Presidente del Estado, general Luis Valera, con quien hacia buenas migas, telegrafió al mandatario de Miraflores informándole que el Gobernador del Amazonas se había alzado y que él tratando de mediar, fue herido. La orden de encarcelamiento para el escritor no se hizo esperar. En el mismo calabozo donde también se hallaba preso el poeta Arvelo  Larriva, permaneció más de cinco meses.             

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