domingo, 1 de abril de 2012

BATALLA DE SAN FELIX



Donde se alza Ciudad Guayana hubo en 1817 una gran batalla que apenas duró media hora y significó una eternidad para la patria libre

San Félix se asomaba al Orinoco por Puerto de Tablas, tenía poca vida activa y dependía de las Misiones del Caroní que tenían su asiento en la Villa de San Antonio de Upata, la cual, regentada por los Padres Capuchinos, era muy rica en ganadería y agricultura. Se le calculaba para entonces unas 50 mil cabezas de ganado y de allí hacia adentro se controlaban unos 28 pueblos de indios, criollos, mestizos y españoles.
            Se preguntarán ustedes pequeños lectores por qué si San Félix era lugar de escasa actividad se dio allí esa gran batalla. Casualmente, porque  allí coincidieron las tropas comandadas  por el  General Manuel Carlos Piar y las del General La Torre, pugnando  ambas por el control de las Misiones que era granero vital para el sostenimiento de la Provincia de Guayana, secularmente bajo el dominio de los españoles.
            La gran batalla se escenificó en la Mesa de Chirica y el Cerro del Gallo.  Quien venciera allí en ese punto desolado del Orinoco pasaría de hecho a controlar la rica región de Guayana. Como sabemos, vencieron los patriotas con 1.200 hombres, 400 más que los del brigadier Miguel de La Torre y el coronel Nicolás Ceruti. Más de la mitad de las tropas de Piar estaba integrada por indios guayanos, caribes y de otras tribus de Upata, Altagracia, Capapui y demás pueblos de las cercanías. Los indios pelearon armados de flechas y lanzas que eran de fácil fabricación en la villa de Upata.
            Las divisiones de Piar estaban comandadas por José Antonio Anzoátegui, Pedro León Torres  y Pedro Chipía. Este último general murió en la batalla igual que el Capitán José Landaeta y un indio muy popular, Tomás Caurima (a). “Tomasote”, teniente de lancero, que todavía se le recuerda en Upata porque era nativo de San Lorenzo, a las faldas del Cerro “El Corozo”.
            Después de aquella batalla que decidió la liberación de Guayana, el brigadier La Torre huyó con 17 soldados por el puerto de Tablas dejando abandonado al coronel Ceruti, prisionero y herido.
            Bolivar calificó la victoria obtenida por Piar en San Felix como “el más brillante suceso que hayan alcanzado nuestras armas en Venezuela”. Aquella victoria ejemplar le permitió confiar en la fortuna ya que de esta manera empezaba la restauración de Venezuela “por donde debemos: por el Orinoco y por los llanos”.
            En 1905 el pueblo de Guayana reconociendo la trascendencia de la Batalla, levantó en la plaza de San Felix una columna de 14 metros coronada con el busto del General en Jefe Manuel Piar, Libertador de Guayana.



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